Escribe: Jaime Antezana
La narcoguerra prosigue post elecciones generales. Alrededor de las 11 pm del jueves 7 de julio, en San Cristóbal de Lucmahuayco, distrito de Incahuasi, La Convención, Cusco, un grupo de “mochileros” (jóvenes que trasladan droga en sus mochilas por caminos de herradura) fue atacado por una banda de asaltantes.
Tras la emboscada, según una fuente confiable, se produjo un rápido pero intenso enfrentamiento entre los “mochileros” o traficantes de droga y la banda de asaltantes de droga. El costo, según la misma fuente, de este choque armado fue alto: 4 mochileros abatidos, dos en el lugar del enfrentamiento y otros dos en puntos diferentes.
La ocurrencia de este enfrentamiento, por haber ocurrido en una zona alejada y inhóspita, recién se conoció el viernes 8 de julio. Y, hasta el momento, los restos de los cuatro “mochileros” están tirados. Se espera la llegada de las autoridades para el levantamiento de los cadáveres. Otro dato adicional: dos mochileros muertos serian lugareños de San Cristóbal de Lucmahuayco. Uno de ellos se apellida Gutiérrez.
¿Qué significa este enfrentamiento armado entre narcos y asaltantes de droga? Uno, la reactivación de la violencia del narcotráfico en la jurisdicción de Incahuasi: en efecto, luego de cinco años, el 4 de junio del 2011, que una columna del clan Quispe Palomino embosco a una patrulla militar dejando cinco soldados muertos, vuelve a ocurrir un enfrentamiento armado en esa zona.
Dos, a diferencia de esa emboscada del clan Quispe Palomino, que era por el control de esa ruta de la droga del VRAEM, esta vez el enfrentamiento entre los narcos y la banda de asaltantes es por la droga misma. Sin embargo, estas dos manifestaciones de violencia son parte de un mismo proceso: la narcoviolencia con su secuela -desde hace años- de muerte y sangre. Tres, por la frecuencia e intensidad de este tipo de enfrentamientos en las rutas de herradura de la droga (PBC o cocaína) que sale del VRAEM ya se puede afirmar que -en las rutas de herradura de la droga- ya se puede afirmar que estamos frente a un conflicto armado.
En efecto, el año 2015, solo en tramo del VRAEM, la “Oreja de Perro” (Chungui) y Ongoy (Chincheros/Apurimac) hubo entre 6 a 7 enfrentamientos armados entre “mochileros” y bandas de asaltantes de droga.
¿Cuándo arranco este conflicto armado? El mes de junio del año 2001, en la zona rural del distrito de Talavera, Andahuaylas, Apurimac, cuando soldados y policías se enfrentaron a un pelotón de “mochileros” que trasladaban un cargamento de droga.
Desde esa fecho o antes, en esa zona y otras por donde los “mochileros” sacan la droga por caminos de herradura, han ocurrido numerosos enfrentamientos armados no solo con policías y soldados sino también con asaltantes de la droga.
El enfrentamiento armado ocurrido en Incahuasi, el jueves pasado, forma parte de ese nuevo conflicto armado o narcoguerra que vive el Perú sin que el Estado y la sociedad nacional lo reconozca como tal.
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