Inca Tupac Yupanqui, descubridor de Oceanía
El intrépido marinero y cronista español Pedro Sarmiento de Gamboa fue el primero que recogió las hazañas del gran Túpac Yupanqui, quien según quedó registrado en la memoria colectiva de la época , organizó una inmensa flota de naves marinas que emprendieron una gran gesta para conquistar nuevas tierras (Oceanía. En sus crónicas Sarmiento narra cómo este ilustre peruano alcanzó a conquistar unas islas lejanas a las que llamó Awachumbi y Ninachumbi.
El cronista español Sarmiento de Gamboa narra en su interesante crónica lo siguiente: “andando Topa Inga Yupanqui conquistando la costa de Manta y la isla de la Puná y Túmbez, aportaron allí unos mercaderes que habían venido por la mar de hacia el poniente en balsas, navegando a la vela. De los cuales se informó de la tierra de donde venían, que eran unas islas, llamadas una Auachumbi y otra Niñachumbi, adonde había mucha gente y oro. Y como Topa Inga era de ánimos y pensamientos altos y no se contentaba con lo que en tierra había conquistado, determinó tentar la feliz ventura que le ayudaba por la mar… y… se determinó ir allá. Y para esto hizo una numerosísima cantidad de balsas, en que embarcó más de veinte mil soldados escogidos”. Y concluye: “Navegó Topa Inga y fue y descubrió las islas Auachumbi y Niñachumbi, y volvió de allá, de donde trajo gente negra y mucho oro y una silla de latón y un pellejo y quijadas de caballo…”.
El recientemente fallecido historiador peruano José Antonio del Busto acota que no fue solo Sarmiento quien escribiera acerca de estos viajes, sino que también existen las crónicas de Martín de Murua y Miguel Cabello de Balboa quienes también se ocupan de la épica travesía.
Según Del Busto hasta el día de hoy en la isla de Mangareva (localizada en el archipiélago polinésico) que fuera llamada por Túpac Yupanqui como Awachumbi se conserva un ritual de danza dedicado al REY TUPAC, quien según cuenta la leyenda, llegó de un lejano país situado al oriente con la intención de enseñar su conocimiento a la gente de la isla que aún se encontraba en las tinieblas. Existe también un lugar conocido como el Estrecho del dios Tupac, llamado así porque fue allí donde arribó a la isla la espectacular comitiva del dios quechua. Otra prueba de la presencia incaica en Mangareva son las embarcaciones de vela pues por sus características recuerdan mucho a las balsas de totóra que se ven en las costas peruanas o en las del Lago Titicaca.

Foto: Youtube (captura)
Como toda leyenda tiene un lado nota romántica, se recuerda la leyenda de la dulce doncella Uho, que fue raptada y adentrada de la creciente oscuridad oscuridad del mar. Ella le dice a su amado, un “príncipe”:
“Es oscura como la noche esta tierra, esposo mío, Mahuna-te-Ra’a. Mi tierra es luminosa y clara, por eso mis ojos la buscan con anhelo, esposo mío, Mahuna-te-Ra’a…”
El “príncipe”, Mahuna-te-Ra en la lengua local de los habitantes polinésicos se traduce como Hijo del Sol.Una de las mayores pruebas de que esta hazaña fue posible la aportó el explorador noruego Thor Heyerdahl, quien decidió organizar la llamada exploración Kon-tiki (nombre tomado del dios solar de los incas, Wiracocha, de quien se decía que había llevado el nombre de “Kon-Tiki”) la cual consistía en demostrar que la travesía desde el Callao hasta la Polinesia era posible usando la misma tecnología de navegación de la época de Tupac Yupanqui. El noruego Heyerdahl y otros cinco integrantes viajaron durante 101 días a lo largo de 7.000 km por el océano Pacífico, hasta alzanzar un arrecife en el atolón de Raroia, en las islas Tuamotu, el 7 de agosto de 1947. Toda la tripulación del Kontiki llegó a tierra en perfecto estado de salud. La conclusión del prestigioso explorador fue: Túpac Yupanqui pudo haber llegado desde las costas de Sudamérica hasta la Polinesia.

Foto: hilariopuma.blogspot.pe
El inca Túpac Yupanqui, fue hijo del poderosos Pachacútec, es el gran desconocido de la antigüedad peruana. A él debe el Perú gran parte el territorio que hoy es nuestro. Realizó dos campañas al Chinchaysuyo (norte), dos al collasuyo (sur), dos al Antisuyo (este) y dos al Contisuyo (oeste). De todas estas gestas retornó victorioso. Cruzó la línea ecuatorial y el Trópico de Capricornio. La verdad es que el quechua conquistó bastante más que el macedonio, quechuizó naciones. Gran conquistador, hoy lo descubrimos como gran navegante.