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Escribe: Suriel Chacon.
TAXISTA DELINCUENTE:
Solemos tomar los servicios de taxi, sí, en muchas ocasiones no sabemos si el taxista es un delincuente, un psicópata, un sujeto violento que te exige pagarle unas monedas más, si hay mucho tránsito, o si es un ciudadano de bien.
Prácticamente, los peruanos nos ponemos en bandeja cada vez que subimos a un vehículo que ofrece ese servicio, específicamente, en las grandes ciudades; Lima, Trujillo, Piura, Arequipa, Cusco donde la delincuencia “campea”. Por esa razón, desde mi punto de vista, creo que es un pasito adelante, para regular ese campo laboral en el país, que existan los famosos apps (easytaxi, taxibeat, uber, taxivip), dado que estos apps piden de manera estricta todos los datos de los taxistas; no obstante, podemos hallar pro y contra, pero considero que los taxis de aplicativos son muchísimo menos peligroso que los taxis convencionales, esos que los tomas en la esquina de tu casa o trabajo.
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ESTO FUE LO QUE OCURRIÓ REALMENTE:
LA HISTORIA:
En horas de la mañana del 29 de octubre de 2016, tres jóvenes trujillanos tomaron los servicios de taxi de este mal elemento, previamente habrían acordado un precio fijo, pero por alguna razón, éste mal conductor les habría pedido unas monedas de más, los jóvenes se rehusaron a pagarle el capricho, y descendieron del vehículo, al parecer habrían llegado a su destino final; los jóvenes trujillanos se alejaron unos metros, se detuvieron en la misma esquina entre la prolongación de la avenida Fátima con la prolongación de la avenida César Vallejo, en la ciudad de Trujillo, no obstante, el taxistas desde el interior de su vehículo seguía gritando por algún motivo, los jóvenes erróneamente decidieron responder sus insultos; fue allí que un robusto conductor de taxi descendió del vehículo para continuar gritando, uno de los jóvenes nuevamente le respondió, el taxista se dirigió a la parte trasera de su vehículo y de manera matonesca, delincuencial y cobarde sacó un objeto contundente: un fierro, y como si se tratara de un hampón recién salido del algún penal de Trujillo, antes de darle un contundente golpe al que osó responder, golpeó duramente el poste que sostiene el semáforo de la citada avenida, como para intimidar a los tres jóvenes que salieron corriendo, logro su cometido.
ESTO FUE LO QUE OCURRIÓ REALMENTE:
[Créditos. Vídeo: cámaras de vigilancia de la Municipalidad Provincial de Trujillo]