Escribe: Suriel Chacon
Esta historia es macabra y tiene como verduga a una joven mujer (22) que responde al nombre de Shirley Silva Padilla, quien –hace tan solo unas horas– asesinó de varios balazos a dos hombres peruanos en el distrito de San Juan de Lurigancho. Al primero lo mató sin mediar palabra porque, según ella, le había lanzado un piropo en la calle, y al segundo lo acribilló por no haberle atendido correctamente en un restaurante de comida china, conocido también como chifa.
El tema del feminicidio en el Perú es sumamente sensible y toca las fibras más profundas de una sociedad, como la nuestra, sin embargo, es menester precisar que últimamente también se están registrando una serie de crímenes perpetrados por mujeres, quienes están acabando con la vida de sus cónyuges o parejas, como el reciente caso del abogado, Max Arnaldo Vise Beingolea, quien fue asesinado de varios balazos en su despacho, en Chiclayo, por su pareja. Y, el caso más sonado, en las últimas horas, es el de “La Gata”, quien acribilló a dos hombres sin ningún motivo concreto.
Bueno pues, en el caso de “La Gata” si calza a la perfección el adjetivo FEMINAZI. Las primeras cuatro silabas del referido adjetivo (FEMI) provienen de la palabra feminista, y las cuatro últimas silabas provienen de las cuatro primeras silabas de la palaba NAZISMO, que fue una ideología violenta y asesina que acabó con millones de personas en Alemania (1933 a 1945): entonces fusionando esos dos conceptos se logra conseguir un conjunto de nefastos pensamientos que constituyen un radical y extremista ideario practicado por las FEMINAZIS, que, dicho sea de paso, no tienen nada que ver con la causa justa de las feministas, que quede claro. No podemos confundir a las feministas con las feminazis.
Personalmente apoyo, en algunas causas, al primer grupo, pero rechazo de plano a las feminazis, dado que la consigna legítima de las mujeres lo llevaron a un terrible plano de violencia, que en muchas ocasiones conduce a la muerte, como el caso de “La Gata”, que por un piropo acribilló en plena vía pública a un joven peruano: precisamente, eso es lo que busca el feminazismo, y no es broma. En el Perú hay varias feministas que ya se alejaron de la causa inicial y justa y se han dejado seducir por el comunismo extremo. Si, ese mismo comunismo que alentó a Sendero Luminoso y al MRTA en la década de 1970 y 1980.
Ahora, es importante precisar que la mujer valiente y amable del Perú no se siente representada por los grupos y/o asociaciones de feministas, así como tampoco las feministas peruanas se sienten representadas por las agrupaciones de feminazis que suelen salir a las calles a realizar una serie de grotescos flashmob contra un partido político, en específico.
Respeto profundamente a la mujer, luché, lucho y lucharé porque nunca nadie, por lo menos, vulnere sus derechos fundamentales, y ello lo saben muy bien las mujeres de mi entorno, también respeto profundamente las causas feministas, sin embargo, repito, las algunas facciones del feminismo en el país se están convirtiendo al feminazismo, a un feminazismo que se está instaurando en el Perú, respaldada por agrupaciones políticas de la extrema y violenta izquierda, y eso, nos debería de preocupar a todos los peruanos. Y, a nadie le debería de temblar la mano al momento de escribir sobre estos casos y de adjetivar las consignas. Es nuestro derecho.
Y, por último, los feminicidios, la violencia es promovida, de alguna manera, por la TVBASURA, ¿se acuerdan del caso Ruth Thalia Sayas, quien fue cruelmente asesinada por su pareja luego de asistir al programa de televisión, llamado “El Valor de la Verdad”, programa, que, entre otras cosas, engordó la cuenta bancaria de Beto Ortiz, pero desgració la vida de una familia humilde? Sí, me refiero al mismo Beto Ortiz, quien se computa el kraken del periodismo y que ahora sale en las pantallas a rasgarse las vestiduras y a subirse convenientemente al coche de las causas justas de las mujeres del Perú. Francamente, da cierta sorpresa ver lo cara dura que algunos seres pueden resultar, incluso algunos adoptan canes ¿con el objeto de que ciertos sectores digan ¡qué gran hombre, tiene un corazón inmenso por adoptar a perritos de la calle!? Situación que me lleva a la inevitable pregunta: ¿tan fácil es lavar tu imagen manchada de mierda humana? En fin. Mañana regresamos con otra columna de opinión.