Un juego entre adolescentes condeno la vida de un jugador de Rugby de 19 años originario de Australia
Sam Ballard, mientras compartía un poco de vino con su amigo Jimmy Galvin, tomó la viscosa criatura y se la comió, sin pensar en que la babosa estaba contaminada con un gusano potencialmente mortal que lo pondría en coma por más de un año, paralizaría su cuerpo, para finalmente generarle la muerte.
Los hechos fueron narrados por Jimmy Galvin a Lisa Wilkinson de “The Sunday Project” a quienes explicó que en 2010 mientras tomaban vino con varios amigos una babosa comenzó a arrastrarse por el patio de la casa de Galvin, en Sydney, luego surgió una conversación en la que Sam preguntó “¿Debo comerlo? Y luego Sam fue y bang, así fue como sucedió” recordó Galvin.
Luego de tragar la babosa, Sam de 19 años se debilitó y se quejó de un dolor severo en sus piernas. Su madre Katie Ballard, dijo al noticiero que inicialmente les preocupaba que pudiera tener esclerosis múltiple, pero los médicos lo descartaron.
Acto seguido los médicos le informaron que Sam había desarrollado la enfermedad del gusano pulmonar de rata, como consecuencia de ingerir la babosa infectada, cambiando para siempre su vida.
¿Qué es la enfermedad del gusano pulmonar de rata?
Es una enfermedad originada por el gusano parasitario llamado Angiostronjilus cantonensis, el cual se aloja en los pulmones de las ratas y luego se excreta en las secreciones. Animales como las babosas, los caracoles, los cangrejos de agua dulce, camarones, langostinos o ranas, se contaminan al consumir el estiércol de la rata. Por su parte, los seres humanos se infectan al comer algunas de estas criaturas crudas o poco cocidas. Pero también las verduras pueden estar infectadas por caracoles o babosas.

Foto: Internet/Medios
Por lo general, los efectos de la enfermedad del gusano pulmonar de rata son leves. En ocasiones, puede causar daños catastróficos como en el caso de Sam, quien un día se despertó paralizado, incapaz de comer sin un tubo o moverse sin un esfuerzo intenso.
Por ello, necesitaba atención las 24 horas, siete días a la semana. Pero no afectó sus facultades mentales, refirieron sus familiares y amigos. Wilkinson, de “The Sunday Project”, escribió en su blog que la semana pasada, Sam murió, en el hospital de Hornsby, cerca de donde creció y rodeado de quienes más amaba.
In this special report @Lisa_Wilkinson talks to the amazing family and friends of Sam Ballard #TheProjectTV pic.twitter.com/UXY5KGeWjF
— The Project (@theprojecttv) April 1, 2018