Escribe: Suriel Chacon
Recién, hoy, 03 de febrero de 2019, me enteré que el ciudadano peruano de nombre, César Rojas Vidarte, cumple el rol de periodista en el portal vecino Manifiesto. Un portal informativo que, sin duda, publica, como Tiempo26, información incómoda contra el Castrochavismo, el socialismo, la progresía, caviarismo, rojerío, contra las merluzas, caracoles y rábanos; es decir, contra los custodios de las narcodictaduras de Nicolás Maduro, de los Castro, de Ortega y de Evo.
Bueno pues, al margen del párrafo que antecede a éste, se acaba de armar un griterío político-periodístico: ¿qué pasó? La exbrazo derecho y mujer orquesta de Susana Villarán en la campaña –financiada por las corruptoras Odebrecht y OAS–, denominada ‘No a la Revocatoria’, me refiero a Marisa Glave Remy, actual congresista radical del ‘Nuevo Perú’, ha logrado vetar a César Rojas Vidarte, comunicador independiente y, al mismo tiempo, prohibir su ingreso al Congreso.
Pero, ¿por qué Glave se ha ido contra este periodista? Según Glave, César Rojas Vidarte, la acosa sexualmente. Tenemos que preguntarnos: ¿de verdad, Rojas acosa a Glave? Personalmente, he revisado varias publicaciones de Rojas contra Glave y lo que sí podría decir es que el citado hombre de prensa posee dosis elevadas de inquina, encono, animadversión para con Marisa. Pero, ¿acoso sexual? Con toda honestidad, yo aún no he visto. Ahora bien, ¿Cuál es el motivo de que Rojas aborde en varias de sus publicaciones a Glave? La verdad es que, a veces, los periodistas, como cualquier humano, sienten tirria por algún personaje en especifico. Nos ha pasado a todos y el que diga lo contrario es un vil mentiroso.
Acto seguido, el caso ha pasado a mayores, pues Glave ha interpuesto una demanda formal por acoso sexual contra Rojas, el Poder Judicial de manera francamente sorprendente, como nunca en su historia, en unas cuantas horas ya ha dictado una orden de alejamiento contra César (creí que solo en EE.UU., había ese tipo de dictámenes), pero no fue solo el PJ, sino que también el Ministerio de la Mujer. Análogamente, Marisa ya ha solicitado a Salaverry que haga respetar la decisión del PJ y que, desde la Mesa Directiva, anule la credencial de Rojas que le permite ingresar al Palacio Legislativo. Y, así fue:
ESTA ES MI OPINIÓN PERSONAL:
Creo que Marisa no sabe cómo quitarse de encima a este periodista incómodo que, en muchas ocasiones, la ha puesto en aprietos ante la opinión pública y, por eso, Glave, presentó esta denuncia contra el mencionado hombre de prensa. Es mi opinión, no quiere decir que sea verdad. También creo que es una denuncia jalada de los pelos, dado que está fundamentada con evidencias provenientes de un delincuente rojitroll como es Beteta Inteligente @smartbeteta, cuenta falsa que, constantemente, denigra e insulta a la congresista Karina Beteta. ¿Allí sí el Ministerio de la Mujer se queda calladito?
Finalmente, no nos olvidemos que las supuestas pruebas que estructuran la denuncia contra Rojas han sido presentadas en las redes por un youtuber delincuente, como es Beteta Inteligente @smartbeteta. Lo preocupante de esto es que el Poder Judicial (el Primer Juzgado Especializado de Familia de Lima) le ha prohibido a Rojas a no volver a abordar en el portal Manifiesto ningún tema contra Glave, dado que eso podría configurar un “acto de violencia sexual física o psicológica”. ¿Qué tipo de dictadura es esta? Yo ya no sé si reír o llorar por semejante dislate. Glave es un personaje público y siempre va a tener que estar en el ojo de la tormenta, aunque le incomode.
Posdata: el Perú entero ha visto los extraños y polémicos tocamientos públicos entre Richard Acuña y Marisa Glave; me pregunto: ¿también esos actos configuran algún delito (tocamientos indebidos en lugares públicos o acoso sexual)? No lo sé, posiblemente, pero lo que sí sé es que Richard Acuña tiene una pareja sentimental y Marisa Glave lo sabe. Sin embargo, se originan actos, francamente, raros como estos:

Les confieso, si mi novia se entera que yo le estoy agarrando el arete o el mentón a una mujer, de verdad, me bota a patadas de la casa y para siempre. Una absoluta falta de respeto no solo para Horna, sino para el Perú.
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