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Esta historia no es un guion de una película de terror proveniente de una de las mentes más macabras del mundo; esta historia es real y ha ocurrido hace tan solo unas horas.
Hoy, 21 de diciembre de 2016, en horas de la mañana, se dio a conocer una desgarradora noticia: los protagonistas, ratas gigantes africanas, un bebé y, una madre irresponsable:
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Una inconsciente madre decidió salir de fiesta, el 20 de diciembre de 2016, esta mujer se divirtió toda la noche, y retornó (muy entrada la mañana y en aparente estado de ebriedad) a su domicilio, ingresó a su habitación, y descubrió que la cama donde había dejado en la víspera a su recién nacida estaba llena de sangre y la pequeña había sido devorada viva por ratas gigantes africanas, todo esto ocurrió mientras ella se entretenía entre copas y risas.
Estos roedores gigantes son denominados y conocidos como: “las asesinas ratas gigantes del África” que pueden alcanzar las dimensiones y el volumen de un perro adulto, últimamente se ha estado reportando que también estarían devorando a vagabundos que pernoctan en la intemperie e indigentes que yacen en los suburbios de Sudáfrica, no obstante, este angelito de tres meses, fue una de sus más recientes víctimas, informa el prestigioso diario The Daily Mail.
Esta espantosa historia sucedió en la localidad de Katlehong, en Johannesburgo, Sudáfrica.
La señora, Mama Sesi Mtshali, propietaria de la vivienda de esta insensata mujer de 26 años de edad, madre de la niña de tres meses, víctima de las ratas gigantes africanas, le contó a las autoridades sudafricanas que:
“Ella llegó en aparente estado de ebriedad, muy por la mañana, estaba acompañada por un hombre, al parecer sería su nuevo novio, fue cuando escuché gritos, pues, aparentemente, en ese momento, ella encontró los restos de su bebé sobre la cama”, también narró el actuar de esta joven mujer: “esta es una zona donde existen muchísimas ratas y ella solía dejar a los niños solos para salir los fines de semana, mientras que estos se quedaban llorando hasta que se cansaban y se dormían sin comer”.
Las primeras declaraciones de la “madre” de la recién nacida fue: “mi hija murió quemada”, no obstante, los vecinos alertados por los gritos de la pequeña acudieron antes de que su progenitora llegue y algunos testigos aseguraron que:
“la pequeña no tenía ojos, lengua, y dedos, pues habían sido comidos por las ratas gigantes, muchas partes de su cuerpo no estaban, y en el dorso se podía ver heridas producidas por dientes afilados de las ratas”.
Los médicos estatales y los agentes de la policía confirmaron que el bebé murió trágicamente. Fue devorada viva, a estas alturas, la madre ya está tras las rejas y será condenada por negligencia infantil.
HISTORIA:
En el 2011, dos niñas fueron devoradas en Sudáfrica por ratas gigantes africanas. Ese mismo año, una señora de la tercera edad (77) murió después de su rostro fuese devorado mientras ella dormía.