Escribe: Suriel Chacon
Este niño, desde que nació, tuvo que experimentar los peores vejámenes que uno se puede imaginar. Pues esta pareja lesbiana constantemente torturaba de la manera más despiadada a su propio hijo.
Este reprochable acto acaeció en el Estado de Oklahoma (EE.UU.). Y, afortunadamente, la justicia de ese país encontró culpable a esta pareja lesbiana por una serie de delitos muy graves, que ambas perpetraban, contra su indefenso hijo de cinco años de edad: terribles palizas con alambres, fierros, palos, martillos, cinturones y torturas sistemáticas le provocaron, al menor, dos derrames cerebrales, pequeño que en la actualidad presenta serias secuelas.
Esta pareja lesbiana está constituida por las ciudadanas estadounidenses: Jones y Stevens, la pareja criminal, como la han catalogado la ciudadanía de Oklahoma.
Jones y Stevens han sido sentenciadas por una corte a 20 años de prisión efectiva por haber maltratado y torturado de la peor manera a un pequeño ser, palizas que le han provocado varias facturas en su estructura ósea y dos peligrosos derrames cerebrales, según los reportes médicos.
Los vecinos del vecindario de Jones y Stevens después de muchos años se dieron cuenta de estas torturas sistemáticas, empero no bien que se percataron de estos abusos, reportaron a la policía de Muskogge. Los agentes del orden inmediatamente allanaron el domicilio de Rachel Stevens, de 28 años de edad, y de su pareja sentimental, Kayla Jones, de 25 años de edad: estas dos mujeres encerraban al menor en una pequeña celda, lo ataban y lo golpeaban sin compasión.
Los agentes hallaron suficientes elementos en la intervención, como evidencias, para arrestarlas y conducirlas a la estación de policías, luego, las derivaron temporalmente a una carceleta. Afortunadamente, en esta ocasión, la impunidad no reinó, y la suerte de estas dos criminales se acabó, cuando llegaron los certificados médicos que, -prácticamente- la sentenciaron: en esa documentación se precisaba que en los seis últimos meses el pequeño había sufrido dos derrames cerebrales producto de golpizas y torturas perpetradas por esta pareja lesbiana. Incluso los médicos del hospital St. John Medical Center también reportaron a instituciones de protección al menor sobre el estado en que se hallaba el infante.
Rachel Stevens y Kayla Jones, la pareja asesina, tuvieron que sentarse frente a un juez, quien los sentenció, basándose en certificados médicos y pruebas científicas, a 20 años de prisión efectiva por el delito de abuso a menores de edad. Lo más delicado vino en pleno juicio, pues el pequeño admitió ante los magistrados que estas dos psicpatas lo maltrataban sin cesar y en repetidas veces por cualquier situación.
ESTAS SON LAS ABUSADORAS:
[Con información: Daily Mail]