Científicos cusqueños liberaron la papa INIA-328 que contiene 30 % más hierro que una papa convencional.
Tras cuatro años de estudio constante los científicos cusqueños lograron crear un nuevo tipo de papa, pensada para acabar con la anemia en Perú y el mundo.
Como se sabe, la papa es un tubérculo que nació en el altiplano peruano y luego fue llevado por los españoles a Europa; y que desde hace siglos se ha convertido en uno de los principales alimentos a nivel mundial.

Además, de las propiedades conocidas de este súper alimento, el Instituto Nacional de Innovación Agraria, liberó la Kulli Papa, de registro INIA-328, cuya particularidad radica en su valor antioxidante y nutricional, ya que posee un alto contenido en hierro (23 mg/100 gr) y zinc (19 mg/100 gr), lo que representa un porcentaje muy superior a las papas comerciales de consumo, cuyos contenidos están por debajo de los 11 mg/100 gr, en ambos elementos.
Siendo la primera variedad en el mundo que se está liberando con estos valores nutricionales que incluso pueden prevenir enfermedades degenerativas tipo cáncer.

Cabe precisar que esta es la primera variedad de papa de decenas que van a salir, lo que busca el equipo es eliminar los cinturones de hambre y pobreza existente en la región y el país.
La presentación de esta variedad se realizó en la provincia cusqueña de Anta, y contó con la presencia del ministro de Agricultura, Gustavo Mostajo, quien mostró la papa, fortificada y resistente a plagas.
El funcionario señaló que este tubérculo, elaborado dentro del Plan Multisectorial de Lucha contra la Anemia en Las Poblaciones Altoandinas, se presenta una poderosa arma para combatir la desnutrición y la anemia.

“Este flamante tubérculo se destaca por su alto contenido de polifenoles o antioxidantes (con 189% más del promedio de variedades de papas nativas) que contribuyen a prevenir ciertos tipos de cáncer. Hemos previsto la ejecución de un programa de multiplicación rápida que permitirá la instalación de esta nueva variedad en la próxima campaña agrícola”, acotó.
La capacidad de resistencia del tubérculo permite que se pueda adaptar fácilmente a terrenos altoandinos de Puno, Huánuco, Cusco, Cajamarca, Huancavelica y Junín, mientras que por su rendimiento se puede obtener una producción de 21 toneladas por hectáreas lo que contribuye a una mayor rentabilidad en favor de los agricultores.
LEA + EN TIEMPO26.COM: