Escribe: Suriel Chacon
Es importante recordar con precisión que, en el año 2011, Pedro Pablo Kuczynski Godard fue aliado político de Fuerza 2011, movimiento presidido por Keiko Sofía Fujimori Higuchi que, dicho sea de paso, llegó incluso hasta la segunda vuelta electoral de cara a la presidencia del Perú. El adversario de Keiko Sofía, en ese entonces, fue Ollanta Humala, del Partido Nacionalista; éste último logró vencer en el proceso electoral a Fujimori Higuchi.
Pasaron cinco años. Llegó enero de 2016 e inició nuevamente la campaña electoral para la presidencia del Perú: PPK y Keiko pasaron con las justas a la segunda vuelta y en plena campaña Kuczynski -por la calentura del momento- soltó una frase contra Keiko: “Lo más probable es que hija de ratero es ratera también” y vino otra frase incluso más agitadora que la anterior: “tú no has cambiado, pelona”. Esas declaraciones ante todo el país, que se mantenía expectante de la coyuntura, humilló y destruyó la moral de Keiko Sofía. Kucyznski había ganado las elecciones 2016. Pues nuevamente, Fujimori había perdido otra contienda electoral y, rápidamente, se convirtió en víctima de las mofas y de los memes: sin embargo, Keiko y sus militantes siempre creyeron seriamente que algo o alguien siniestro, desde la oscuridad, les había robado de sus manos la presidencia; cuando –en esencia– la mayoría de peruanos eligieron democráticamente a Kuczynski, como el nuevo presidente, con el objeto de hipotéticamente “salvaguardar” a la nación de las garras de la mafia “fujimontesinista”.
Pero, PPK inició con el pie izquierdo su gobierno, poniendo a un asesor presidencial en temas de salud, como el médico, Carlos Moreno, quien a las semanas de haber asumido el cargo ya había metido en un escándalo de talla mayor a ‘Peruanos por el Kambio’: «todo lo que empieza mal, acaba peor». Incluso, Moreno confesó que un alto funcionario de la PCM lo había grabado de manera ilegal en el propio Palacio de Gobierno.
Por consiguiente, la mototaxi se percató que Kuczynski Godard tenía muchísimos flancos por donde se le podía atacar de manera casi mortal. Luego el fujimorismo se engalló y armó un circo político desde el Parlamento. Inclusive Kenji Fujimori catalogó al Congreso como ‘el Coliseo de la República’, en alusión al ‘Coliseo romano’, donde tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos con fieras que devoraban hombres indefensos. Pues, en efecto: cayeron (censurados por FP), en el primer año de gobierno pepekausa; Jaime Saavedra, Martín Vizcarra, Alfredo Thorne, Fernando Zavala, todos ellos ministros de Estado, de ahí que PPK se ajustó momentáneamente los pantalones y respaldó a su expremier para que éste presente la ‘cuestión de confianza’ ante el Parlamento, así pues, éste poder del Estado (como era de esperarse) negó dicho mecanismo democrático y, por ende, Zavala y todo su gabinete tuvieron que presentar su carta de renuncia ante el presidente Kuczynski. El mandatario ni corto ni perezoso tuvo que aceptar la renuncia de todo su equipo ministerial y, de manera inmediata presentó una nueva cuadrilla. Evidentemente, los otorongos con miedo de perder la mamadera tuvieron que darle la luz verde, ya que si no lo hacían PPK cerraba el Congreso.
Los fujis se mordían los codos, dado que no podían censurar a más ministros, y buscaban de manera desesperada algún mecanismo para que -desde el Congreso- puedan continuar haciéndole daño al Perú y blindar a Keiko y Alan, y hallaron la Comisión #LavaKeiko y #LavaAlan, del Congreso; algunos medios, tambien lo conocen como la Comisión Lava Jato; que, dicho sea de paso, actualmente, está sirviendo como una chaveta 40 de la mototaxi.
Desde entonces, el Perú está varado y las refriegas políticas entre el Ejecutivo y el Legislativo, cada vez más, se han tornado intensos y cargados de insospechadas venganzas. Para muestra un botón: el equipo de “titanes” políticos (incluido su topo Vilcatoma) sin estrategias y poblados de torpeza y matonería, comandada por Salaverry, constantemente, comete despropósitos contra el país, pues todo indica que a la bankada naranja únicamente le interesa abrazar la lejana idea de ver -a como dé lugar- a su lideresa en el sillón presidencial, suceso sumamente hipotético, por decir lo menos. La verdad de la milanesa es que ‘Fuerza Popular’ y ‘Peruanos por el Kambio’, específicamente, estos dos partidos, le están haciendo un irreparable daño con esta inestabilidad política a los damnificados del norte de Perú, que sufrieron los terribles embates de la naturaleza generados por el fenómeno climatológico ‘el niño costero’.
Ahora bien, hace tan solo unas horas, la Comisión Lava Jato ventiló información que asegura que Odebrecht le habría dado por concepto de siete consultorías profesionales (durante 10 años [entre 2004 y 2014]) más de US$ 4.5 millones a nuestro actual presidente. Por ese motivo, el pueblo peruano tiene que exigir un nuevo proceso electoral, con el fin de elegir de mejor manera a un nuevo presidente y a otros congresistas; porque el que tenemos es una vergüenza.
Posdata: la bankada continuará con sus arremetidas contra el Ejecutivo esté quién esté, y el país seguirá estancado por culpa de estos irresponsables políticos.