Phillip Butters, como suele hacerlo, se colgó de un escándalo que involucró al jugador de la Selección de fútbol de Perú, Yordy Reyna, y a la joven voleibolista, de iniciales A.C., quien perdió la vida la madrugada del domingo, 19 de noviembre de 2017, en situaciones sumamente extrañas en un departamento de Miraflores, en Lima (Perú). La historia de la menor de edad de iniciales A.C., honestamente, la conocen los más de 31 millones de peruanos; sin lugar a dudas.
Pero, lo que los millones de peruanos no conocen son las nauseabundas declaraciones de este cobarde comunicador (Butters) al referirse a la trágica muerte de la mencionada menor de edad: “Juntó todas las figuritas para que la maten”, olvidándose que está hablando de una niña. O sea, de una menor de edad y que las leyes peruanas la protegen. Lo más inmundo de las declaraciones de este grotesco sujeto es que le echó la culpa de su muerte a la propia menor de edad, además de lanzar injurias contra ella:
“A las cuatro y pico a qué vas a un bulín, a tener sexo pues, si ya estabas borracha. La chica juntó todas las figuritas para que la maten, pero igual tienen que caer los culpables”.
Butters sin ningún tipo de respeto a las leyes del país, a la trágica situación que estaban atravesando los padres de A.C., lanzó dislates y un operativo de fusilamiento mediático contra una menor de edad que había muerto de manera muy misteriosa, aseverando una serie de calumnias contra A.C., que luego la P.N.P., los médicos legistas y los peritos de criminalística desmintieron:
“.A.C., no bebió ningún tipo de alcohol y cuando falleció estaba sobria”. No obstante, este irresponsable comunicador nunca se disculpó con la familia de A.C.
Ante ese hecho, el Ministerio de la Mujer y las entidades correspondientes deberían de actuar de oficio y enjuiciar a este matón que, cada vez más, está cometiendo delitos muy graves y excesos que colindan con el abuso.
Posdata: “desconozco si Butters es padre. Pues si tiene hijos, espero de todo corazón que nunca les ocurra nada parecido o malo: pues ningún hijo y/o hija en el mundo debería de hacerse cargo del comportamiento ni de las imprudentes declaraciones de sus padres; y menos el karma debería de caer sobre los inocentes. “La vida debería de encargarse de poner a cada uno en el lugar que se merecen. Solo hay que dejarlo a Dios”; fueron las declaraciones que vertió en un programa ‘X’ la madre de la menor de edad, A.C.
[Imagen de portada: Diario La República]