Escribe: Suriel Chacon
El lunes, 23 de marzo del 2020, en horas de la mañana, fijé mi postura firme sobre el caso del capitán del E.P., Christian Cueva Calle: sin duda, todos los lectores de TIEMPO26.COM conocen mi opinión sobre los excesos –registrados en vídeo– que el indicado militar cometió cuando intervenía a un insolente e irresponsable joven de iniciales E.C., natural de Sullana (Piura-Perú), quien no acató el Estado de Emergencia y menos el toque de queda.
Considero que ese mozalbete incivil y malcriado de iniciales E.C., debió de ser llevado al calabozo y procesado por el Ministerio Público, además, de recibir una fuerte sanción económica y física (planchas y ranas). Pero, bajo ningún concepto, creo yo, y es mi opinión, debió de ser abofeteado y humillado. Solo eso dije: nada más: esa opinión vertida sobre Cueva originó un sinnúmero de comentarios proveniente de cientos de personas que, sin duda, me apoyaron, pero, al mismo tiempo, también hubo de los que me criticaron ácidamente y sin motivo alguno me empezaron a llenar de insultos de grueso calibre. Evidentemente, vivimos aún en democracia y existe, en Perú, la libertad de pensamiento y expresión: por ello, decidí eliminar de mi perfil a todos aquellos que no podían sostener un debate alturado y en vez de ello, pues eran administrados por la furia que la volcaban contra mi persona.
Ahora bien, la historia pudo quedar allí no más, como un comentario divergente y, quizás, hasta incendiario y, claro, hubiéramos podido pasar a otros temas que, realmente, sí importan, pero, el odio de algunos delincuentes cibernéticos solo por opinar diferente traspasó la frontera de la legalidad y llegaron las amenazas de muerte y campañas bien orquestadas vía redes sociales para desprestigiarme vilmente; atención; solo por opinar de manera diferente.
Por ejemplo, miren como han inventado que yo soy el responsable de la salida del capitán Christian Cueva Calle, del Ejército peruano, cuando, en realidad, me enteré del vídeo viral de Cueva dos días después de su suspensión:

¿Quién estaba detrás de esta campaña orquestada para desacreditarme por una opinión que no se acomoda a su ideología? Un perfil que tenía el nombre de: “Aceite Medicinal Juliaca”. Recién entendía, porque algunos usuarios de las redes sociales estaban empezando a insultarme sin ton ni son:

Como este mensaje, me llegaron unos 10 a 12 agresiones verbales a causa de la difamación que la cuenta “Aceite Medicinal Juliaca” estaba perpetrando:
Ante ese hecho, desde luego, nada ni nadie debería de quedarse de brazos cruzados; y yo no soy la excepción; así que empecé a investigar, utilizando herramientas de informática forense y ethical hacking, que es una de las ramas en las que me he especializado en los últimos 10 años, y di con el paradero del delincuente cibernético que, según sus propios mensajes, estaba armando una campaña bien orquestada de desprestigio contra mi persona. ATENCIÓN: este delincuente cibernético se llama: Miguel Paredes Acurio y es natural de Cusco y, actualmente vive en la ciudad de Juliaca. Y este es el primer mensaje que me envió:

Expresiones que colindan con lo delincuencial. Así se pintó de cuerpo entero el delincuente cibernético: Miguel Paredes Acurio
Pero, inmediatamente, se origina una pregunta: ¿Cómo sabe usted periodista Suriel Chacon que el usuario ‘Aceite Medicinal Juliaca’ le pertenece al delincuente cibernético: Miguel Paredes Acurio?
No bien, que leí este mensaje delincuencial, enviado por ‘Aceite Medicinal Juliaca’ y/o Miguel Paredes Acurio: ingresé a descargar toda la información que el perfil ‘Aceite Medicinal Juliaca’ tenía hospedado. De esa data descargada pude extraer un detalle, realmente, muy crucial: su número de celular y, rápidamente, lo agregué a mi agenda telefónica para poder conocer -a través de WhatsApp y por vez primera-, el rostro del delincuente cibernético Miguel Paredes Acurio que me había amenazado con “destruirme” e hice captura de pantalla:

Obviamente, decidí llamarlo y me dije a mi mismo: “vamos a ver si este delincuente cibernético es valiente en reconocer su error y disculparse o, como todo delincuente, lo va a negar hasta el final”. Antes de llamar a este delincuente de nombre Miguel Paredes Acurio preparé un argumento:
ESCUCHE EL AUDIO AQUÍ:
En este audio, este mantocito, Miguel Paredes Acurio, reconoce que, en efecto, administra el perfil ‘Aceite Medicinal Juliaca’ , pero, según él, alguien le robó las contraseñas o “hackeó”, detalle que es, totalmente, FALSO, ya que tras colgar la llamada, dado que él fue quien tiró llamada, continuó con las amenazas y los insultos por el mismo perfil contra mi persona:
AQUÍ LAS EVIDENCIAS:

Pero no contento con seguir amenazando e insultando señalo que él siempre seguirá por la ruta delincuencial:

Análogamente, ¿se acuerdan de que este delincuente cibernético dijo que lo habían hackeado? Falso, porque tras seguir insultando y amenazando eliminó dicha cuenta:

Finalmente, estamos tratando de comunicarnos con los representantes del CIDCAM – Centro de Investigación y Desarrollo Medicinal, dado que este delincuente cibernético de nombre: Miguel Paredes Acurio, pertenece al staff de dicha organización:

ALGUNAS FOTOS DE ESTE DELINCUENTE CIBERNÉTICO PARA QUE LO CONOZCAN:



