Escribe: Suriel Chacon
¿Qué ocurre si tienes –en cuatro paredes– una fuerte discusión con tu pareja sentimental y ella pierde los papeles y empieza a lanzarte puñetes, patadas y objetos contundentes?, ¿permitirías que tu pareja (mujer) te agrade físicamente, quizá, hasta fracturarte un hueso, matarte o haciendo uso de tu fuerza (que naturalmente es superior a la de ella) neutralizarla y sostenerla fuertemente para que se calme? Obviamente en ese forcejeo habrá moretones y golpes en partes de ambos cuerpos (Léase: una pareja enteramente normal y que por equis razones llegaron al punto de agredirse mutuamente. Dicha relación se habría mantenido durante los últimos meses o años en el marco del respeto y el romance. No obstante, todo cambió de la noche a la mañana).
Respondiendo a mis propias preguntas y poniéndome en ese caso hipotético, narrado en el párrafo de arriba: personalmente la neutralizaría y sostendría, sin embargo: ¿qué ocurriría si tu pareja, por algún motivo (celos, despecho) decide denunciarte, haciendo uso de su poder mediático, ante los medios de comunicación? Pues -obviamente- tú como una persona pública, pues serás devorado por las hienas (tus detractores) y la prensa caviar y mermelera no dejará pasar la oportunidad de subsistir de tus vísceras, por lo menos, por un par de semanas.
Ahora bien, luego de haber redactado en los dos párrafos de arriba una breve y eventual historia ficticia de una pareja imaginaria, irreal, novelesca. Ahora, sí me toca abordar a una pareja que sí existe y que fue constituida por Lorena Álvarez, la periodista del canal comercial, Latina, y el economista y articulista de Perú21.pe, Juan Mendoza:
AQUÍ EMPEZAMOS:
Lorena Álvarez (33) narra que Juan Mendoza (47) la escupió e intentó ahorcarla. Cabe precisar que Mendoza fue –hasta hace tan solo unos días– su pareja sentimental.
Lorena Álvarez narra que Juan Mendoza Pérez luego del incidente se disculpó con ella y trató de llegar a un acuerdo pacífico, pero Álvarez determinó no aguantar ese presunto maltrato físico y psicológico del que fue víctima y lo denunció ante la Policía Nacional del Perú con la frase: “no podemos permitir más violencia contra la mujer”.
Este suceso habría ocurrido el 28 de setiembre de 2017, en horas de la tarde, y el atestado policial se interpuso en la comisaría de Orrantía del Mar, en el distrito de San Isidro, en Lima, Perú.
De acuerdo con la información que yace en la ocurrencia policial, Álvarez narra que el 22 de setiembre Mendoza la llamó a su celular posiblemente con el objeto de insultarla con palabras de grueso calibre para luego cortar. Dos días después, el domingo 24 de setiembre, a la 1:00 P.M., el economista presuntamente habría irrumpido en el departamento de Álvarez, con el fin de agredirla físicamente, la mujer de prensa relata que: “el articulista la escupió en la cara en tres oportunidades”.
Según Álvarez, la gota que rebasó el vaso ocurrió el 28 del mes pasado, cuando Mendoza la estaba esperando (de madrugada) en la puerta de su domicilio. Al parecer, la periodista habría salido a un compromiso social, y al regresar se encontró cara a cara con el economista, quien presuntamente habría estado enfurecido y la habría agarrado de los brazos, logrando meterla a su casa, donde la sacudió, le jaló de los pelos, la lanzó al piso, la ahorcó, profiriendo frases como: “Tú piensas que te estoy sacando la mierda. Tú no sabes que es sacarte la mierda. No me provoques, te estoy enseñando, así vas a aprender, te podría matar, pero no te voy a matar porque te quiero”.
Ambas partes poseen hasta el momento la capacidad de defenderse. Análogamente, Juan Mendoza también sería presuntamente víctima y decidió denunciar (el 29 de setiembre) a Lorena Álvarez por agresión física y psicológica, dado que el economista poseería hematomas y una mordedura en el antebrazo derecho. En la denuncia policial el articulista de Peru21.pe, precisa que es víctima de agresiones psicológicas constantes por parte de Lorena Álvarez.
CONCLUSIÓN:
Una relación con características de haber sido tortuosa y que debió de terminar como personas civilizadas y con educación, sin embargo acabó en una pelea y en un escándalo mediático, de aquellos.
MI OPINIÓN PERSONAL:
Es importante que la población sepa que la palabra de una dama no es la evidencia concreta ni irrefutable para incriminar o imputar algo a alguien, específicamente a un hombre. Si así fuera, tendríamos que construir –ahora mismo– unas 2,000 cárceles más en todo el Perú. En esta redacción no nos ponemos a favor de ninguno de los dos hasta que los hechos se esclarezcan y podamos recoger más evidencias. De momento, solamente nos basamos en la información que yace en la dependencia policial.