Escribe: Suriel Chacon
Aquí ya no se trata de ser popular o impopular, no se trata de ser, señores, políticamente correcto o incorrecto. Hoy, cantaré las cosas como son y todos los que me leen conocerán la verdad de la milanesa, ¿estamos? Aquí empezamos:
Primera verdad:
Mis queridos y respetados profesores del Perú. Un gremio, quizá, el más postergado, vilipendiado, menospreciado, ultrajado y difamado por el bandido de García Pérez, por los bandoleros de Fujimori-Montesinos, timados y burlados por los corruptos de Toledo-Karp, nuevamente pateados y menoscabados por García Pérez. Y, por último, olvidados por Humala-Heredia. Así es, los últimos gobiernos nunca han querido saber nada de la educación, y, por ende, nunca les prestaron la debida atención a las exigencias de los docentes de la nación.
Segunda verdad:
El salario mensual (S/ 1,200) que actualmente poseen los profesores del Perú es un auténtico insulto. No hay duda que esta indefinida huelga magisterial es 100 % justa y legítima, y las pruebas lo demuestran. Asimismo, este su fiel servidor, desde un inicio cooperó activamente desde su trinchera periodística con la plataforma de reclamos de nuestros valientes profesores. Es más, en una de mis columnas señalé que es necesario que se les incremente el haber mensual a los educadores, ya que hay plata para comprar casas de cartón, para hacer una innecesaria refinaría en Talara, o para llevar adelante los nefastos Juegos Panamericanos en Perú: allí no más hay cerca de S/ 20,000 millones proveniente del erario público, que bien podrían ser utilizados en la educación.
Tercera verdad:
El Gobierno Central reaccionó muy tarde ante esta ola de reclamos (que inició hace tres meses) y esperó, mientras ofendía a los huelguistas, catalogándolos de terroristas, que se incendie la pradera. Ya cuando la protesta llegó al Parlamento Nacional y a las puertas de Palacio de Gobierno el presidente Kuczynski y su cúpula política recapacitaron y dijeron: “Ah, caramba, no eran unos cuantos, sino miles”. Pero la situación ya se había convertido en una papa caliente, que nadie la quiere tener en sus manos, ni siquiera FP. Debido a ello, al toque no más, la presidente de facto, Keiko Fujimori, salió y le “dio” facultades legislativas al Ejecutivo para supuestamente hallar una solución a esta huelga. Y, obviamente la bancada de Lescano (AP), ni corto ni perezoso, ya crearon una iniciativa legislativa para que no se expulse del magisterio a los docentes que no aprueban en tres ocasiones un examen de conocimientos.
Cuarta verdad:
Estoy en total desacuerdo que algunos profesores no quieran prepararse día a día. Es importante que la nación tenga más profesores “tromes” en su especialidad, y que los educadores (muy pocos) con un nivel mediocre de enseñanza, porque los hay en todas las profesiones; se pongan una mano al pecho y se preparen diariamente para ingresar a la Carrera Pública Magisterial, y así puedan alcanzar el salario que se merecen, según la Ley 29944, que exige cada tres años una evaluación del desempeño docente. El profesor que no apruebe —en tres ocasiones consecutivas, incluso luego de haber recibido capacitación de parte del Estado— el referido examen se despide de su puesto de profesor y pasará a trabajar en el Programa de Reconversión Laboral del Ministerio de Trabajo. Es decir, no se quedarán desempleados.
Quinta verdad:
Me parece realmente muy justo que los profesores que desaprueban en tres ocasiones dicha evaluación sean retirados, dado que no están capacitados para enseñar a las futuras generaciones. Niños que pronto serán adultos y necesitan una educación de nivel, con el objeto de que construyan un Perú más productivo en un futuro cercano.
Los dirigentes de la indefinida huelga magisterial señalan que ningún profesor del Perú tiene que ser retirado, aunque no estén preparados para enseñar a los escolares. Eso me parece un dislate y despropósito. Los mismos dirigentes precisan que los profesores poco o nada capacitados deben de continuar en las aulas, pero sin ascensos salariales.
Todo el país estará atento a la respuesta del Ejecutivo y del Legislativo en referencia a la exigencia de los profesores del Perú.
[Imagen de tapa: Diario La República]