Escribe: Suriel Chacon
No puedo iniciar esta denuncia sin expresar lo siguiente: ¡Qué descarados son estos de Graña y Montero (GyM), ah!, ¿pretender o planear un contrato de más de US$ 1.000 (MIL MILLONES DE DÓLARES) con el Estado después de las tropelías que hizo su socia Odebrecht?
Como se recuerda, Jorge Barata, exsuperintendente de la firma constructora Odebrecht, señaló que los altos funcionarios de GyM y JJC sabían de los sobornos que pagaba Barata y Odebrecht a los políticos de turno para ganar ilegalmente licitaciones de multimillonarias obras públicas en Perú: cabe anotar que GyM era el íntimo socio de la indicada constructora brasilera, y esas adjudicaciones públicas no solo beneficiaron a Odebrecht, sino también a GyM y JJC:
“El pago ha sido por Odebrecht, pero el resto de las empresas sí tenían conocimiento, no detalles, pero sí sabían que existía el acuerdo. Lo que si es cierto es que se distribuyó entre los consorciados. No recuerdo la fórmula exacta, esto lo verificaré. Esto fue más o menos así, ellos sabían que habíamos pagado, y sabían que tenían que asumir lo que le correspondería”, aseguró el hombre fuerte de Odebrecht, Jorge Barata.
Entonces, bajo esa premisa y a estas alturas, todos los funcionarios de GyM, por lo menos, deberían de tener un proceso judicial abierto, pero valgan verdades, no hay nada contra la socia (GyM) de la corrupta constructora de Marcelo Odebrecht. La verdad de la milanesa es que los jueces y fiscales de esta país se hacen la pichi de miedo, dado que le temen al hegemónico Grupo El Comercio; así de sencillo. No han allanado ninguna oficina de GyM ni de JJC, no han incautado nada, no han congelado ninguna cuenta, esta Fiscalía y este Poder Judicial están poblada de gente con rabazos de paja que se mueren de abordar al kraken (Pepe Graña).
Y, lo más indignante de esta columna de opinión es que, siendo 02 de noviembre de 2017, GyM, de José Graña Miró Quesada (absoluto propietario del Grupo El Comercio) planea una oferta conjunta, con el objeto de contratar con el Estado peruano por un total de US$ 1.000 millones (mil millones de dólares): cerca de S/ 3.200 millones (tres mil doscientos millones de soles). Si el Estado peruano le da luz verde, pues GyM se estaría burlando de la justicia y de los más de 31 millones de peruanos y estaría realizando una de las etapas del inservible proyecto de modernización de la refinaría de Talara.
El Diario de propiedad de Pepe Graña; Gestión se comunicó con uno de los altos funcionarios de GyM, quien de manera desfachatada señaló que: “dentro de los muchos proyectos en los que espera participar, está la construcción de las distintas etapas de la Modernización de la Refinería de Talara que suman aproximadamente US$ 1,000 millones”.
¡Asu mare0! Entonces GyM seguirá operando, cuando todos pensábamos que todos sus funcionarios iban a ir a prisión, como lo está haciendo Barata y Odebrecht. ¡Qué tal cuajo!, ¡qué tal la justicia que nos manejamos en Perú, ah!
DATO MUY IMPORTANTE:
No nos olvidemos que el ineficiente y bien botado, Fernando Zavala, gritó a los cuatro vientos que GyM tenía la plena libertad de volver a trabajar con el Estado. ¡Qué tal descarado ese expremier del Aeropuerto de Chinero! ¿No? Bien censurada está, sin embargo, las malas lenguas me informan que el tal Zavala sigue metiendo su cuchara en el paupérrimo gobierno de PPK.
BONUS:
Ante lo que señaló Barata, GyM respondió lo siguiente vía un comunicado público:
“Negamos rotundamente dichas afirmaciones y reiteramos que nuestra empresa o nuestros ejecutivos nunca conocieron, ni menos gestionaron o realizaron pago alguno en relación a algún tipo de soborno o reembolso por pagos de ese tipo, realizados por Odebrecht, tal como ellos han declarado”.
Yo francamente tengo el legítimo derecho de no creer en GyM.