Indignante. Empresas del “Club de la Construcción” han vuelto a contratar con el Estado Peruano, a pesar de que sus ejecutivos son investigados por corrupción, e incluso con varios admitiendo culpabilidad.
Por ejemplo, según informó el diario El Tiempo, en Piura, el Gobierno Regional otorgó la buena pro de S/40’280,000 a la contratista E.Reyna C.S.A.C.( investigada por integrar el llamado “Club de la Construcción”) para un proyecto inmobiliario en el distrito 26 de Octubre.
Las familias del distrito Veintiséis de Octubre se preguntan por qué el Gobierno Regional otorgó la buena pro de una obra valorizada en S/40 millones 280 mil a la contratista E.Reyna C.S.A. , la misma que es El proyecto beneficiará a 25 mil familias. Consiste en la construcción de pistas y veredas en el conjunto habitacional Micaela Bastidas, Enace I, II, III y IV etapa y en la UPIS Villa Hermosa.
Indignación
Estas contrataciones han originado que el Colectivo Ciudadano del distrito protestara en los exteriores del Poder Judicial, para exigir que se investigue de oficio presuntos vínculos entre las autoridades regionales de turno y los empresarios cuestionados.
La referida firma es parte del consorcio ganador Shalom Enace, mientras enfrenta un proceso administrativo sancionador en Indecopi, junto a otras 34 constructoras, por un presunto acuerdo para repartirse entre sí diversas licitaciones estatales.
E. Reyna C.S.A.C. también ha ganado contratos para dos proyectos en la provincia de Ayabaca, distrito Suyo, por S/ 43.6 millones en total.
En otra modalidad, la portuguesa Mota-Engil anunció que se adjudicó tres obras por parte de una empresa minera privada que opera en Perú por un monto de 125 millones de euros (alrededor de 500 millones de soles).
En un comunicado remitido al mercado, la también investigada por el “Club de la Construcción” indicó que estará a cargo de un dique corredor y manejo de aguas, y al estudio y construcción de un hospital en 33 meses.
DATO:
Como se recuerda, el ‘Club de la Construcción’ era una especie de “banda” empresarial de constructoras peruanas y extranjeras que, en lugar de competir entre sí, se coludían para repartirse las obras de grandes infraestructuras, muchas de ellas licitadas por el Ministerio de Transportes, mediante el pago de sobornos a autoridades.
Y aunque aún no se ha determinado cuándo empezó a operar este grupo. En sus inicios, estaba formado solo por empresas peruanas y se centraba en las obras de carreteras, pero con la llegada del boom económico, en la década de los 2000, se amplió a otros tipos de obra pública. Y a las peruanas se unieron otras empresas brasileñas, como Odebrecht, involucrada en millonarios casos de corrupción en varios países de América Latina.
Con información de: El Tiempo, Expreso