Escribe: Suriel Chacon
Antes de iniciar con este informe es crucial precisar que el corrupto ‘Club de la Construcción’ está integrada por 12 constructoras: Cosapi, GyM (Graña y Montero), Obrainsa, Ingenieros Civiles y Contratistas (ICCGSA), Construcción y Administración SA (CASA), Hidalgo e Hidalgo SA, Constructora Málaga Hermanos, Johe SA, OAS, Queiroz Galvao, Andrade Gutiérrez y Mota Engil Perú. Ahora que ya conocemos cuáles son las empresas que pertenecen a ese círculo vicioso es menester informar que el Ministerio Público posee evidencias muy pesadas y, en algunos casos, irrebatibles, de que estas constructoras cometieron graves delitos penales al adjudicarse –en diversos gobiernos y de manera ilegal [vía sobornos a funcionarios, según un magnate empresario que perteneció al citado club]– obras públicas multimillonarias a lo largo y ancho de Perú. ¿Cuál fue el modus operandi? Prácticamente, era muy parecido al sistema pandero; pues estos constructores se repartían las obras estatales; “ahora te toca a ti, ahora me toca a mí”.
TODAS ESTAS EMPRESAS, EN EL 2019, SIGUEN CONTRATANDO CON EL ESTADO PERUANO.
Así pues, lo lógico sería que mientras duren las pesquisas fiscales estás compañías, que le trasquilaron miles de millones de dólares a los más de 31 millones de peruanos, se mantengan al margen de cualquier licitación estatal. Pero, increíblemente, desde que el ingeniero-constructor Martín Vizcarra asumió –un 23 de marzo de 2018–, el cargo de presidente, ocurrió todo lo contrario; pues todas las empresas mencionadas en el primer párrafo de este informe periodístico han licitado de manera desfachatada con el Estado, pretendiendo adjudicarse nuevamente multimillonarias obras públicas: ¿usted qué cree que ocurrió? Es mejor que se siente, si está parado. Increíble, el 100 % de estas adulteradas empresas han ganado nuevamente, este 2019 –como en sus mejores tiempos y con la venia de la administración de Vizcarra– millonarias licitaciones públicas.
Por ejemplo; el 13/12/2018, «el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional declaró fundada en parte la solicitud de incorporar a estas 12 constructoras, como terceras civilmente responsables, por una presunta asociación ilícita para delinquir, en el marco de las investigaciones que se le sigue a la organización criminal denominada el ‘Club de la Construcción, encabezada por el dueño del Grupo El Comercio, José Alejandro Graña Miró Quesada, alias Pepe Graña», precisa el portal vecino de Gato Encerrado.
Aquí pongo la lista de las constructoras que acaban de adjudicarse –sin levantar polvo ni hacer ruido mediático– multimillonarias obras estatales que asciende a más de mil millones de soles (S/ 1 000 millones): todo esto, solamente, en la gestión de Vizcarra. Es decir, en 10 meses.
La más bulliciosa fue, sin duda, la de «Concar (subsidiaria de Graña y Montero), que se adjudicó, en Provías, la gestión y conservación del corredor vial Ático – desviación Quilca – Matarani – Ilo y Punta de Bombón – desviación Cocachacra – Emp. El presupuesto de esa obra pública asciende a S/ 32.4 millones (más IGV)»
HISTORIA: el escándalo de corrupción del ‘Club de la Construcción’ estalló en julio de 2017, mientras PPK era presidente. Ese mismo mes, la Fiscalía Anticorrupción habilitó una carpeta para realizar las pesquisas respectivas contra estas empresas, ya que el Ministerio Público tenía un as bajo la manga: un empresario arrepentido, exintegrante del Club de la Construcción, que iba a cantar muy bonito en el banquillo de los acusados y que postuló (y fue aceptado), como colaborador eficaz. Es decir, todos estos constructores, amigos personales de Vizcarra, estaban y están “fritos pescaditos”. Ante ello, el fiscal Marcial Páucar se puso a trabajar -por unos meses-, en el caso, pero algo ocurrió y lo cambiaron de manera muy sospechosa.
Sigamos, las constructoras Málaga y Obrainsa armaron un consorcio, como siempre, para presentarse sin pudor a la licitación de una obra estatal en Piura. ¿De qué va esa obra? Mejorar la carretera Buenos Aires-Canchaque. Desde luego, el citado consorcio se presentó y ganó. La obra asciende a S/. 430 millones. No contento que eso, Malaga y Obrainsa le pidieron al Estado, como adelanto, S/. 100 millones, y Vizcarra aceptó la gollería.
Pero, hay más, la misma constructora Málaga, firmó, recientemente, nuevos contratos con Provías; para que ésta empresa rehabilite la carretera Pallasca-Santiago de Chuco, en la La Libertad. La obra asciende a S/. 235 millones.
Asimismo, la constructora Obrainsa, uña y mugre de Malaga, no quería quedarse atrás y también recibió su tajada y firmó otro contrato con el Estado peruano para mejorar la carretera Marcona-Puente Chaparra, en Arequipa, la obra llega a S/. 79 millones.
Hay más, el Consorcio Naranjillo, integrado por la compañía: Construcción y Administración S.A. (Casa) e Hidalgo Hidalgo S.A., acaba de ganar una licitación pública para construir la carretera Calemar-Abra, en el norte del país. Dicha obra asciende a S/. 155 millones. Vizcarra les dio S/. 40 millones, como adelanto.
Más empresas constructoras, socias del Club de la Construcción, vienen adjudicándose, en el 2019, multimillonarias licitaciones estatales, por ejemplo, Mota-Engil y Cosapi, han obtenido la luz verde para que sean los encargados de la construcción de la obra que, supuestamente, mejorará la carretera Tambillo-Palpa, en Ayacucho. La inversión de la citada obra llega a S/. 43 millones.
Y, claro, la empresa Johe S.A., se adjudicó –en la primera semana de enero–, la obra para realizar trabajos en el corredor vial Puente Chuquicara-Sihuas (La Libertad). El presupuesto asciende a S/. 34 millones.
Todas las empresas que acabamos de mencionar en los párrafos anteriores y que han ganado, recientemente, licitaciones públicas, pues están en aprietos legales y pertenecen al enviciado ‘Club de la construcción’. Repito, los propietarios de estas 12 empresas constructoras, que siguen contratando con el Estado, están, en algunos casos, como prófugos de la Justicia, en la clandestinidad o, simplemente, están siendo investigados y a punto de entrar a la cárcel, ya que el empresario arrepentido (exintegrante del mencionado club) está entregando evidencias contra ellos. ¿A esa clase de gente Vizcarra le da adelantos y le da la luz verde para que sigan vigentes en las obras públicas más importantes del país?
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