Tras muchos días sin funcionar los vehículos tienen que ser preparados para que esté en perfectas condiciones antes de la puesta en marcha.
Entre los principales aspectos clave está el revisar los líquidos, el sistema eléctrico y los frenos. Y ahora con la pandemia, evitar infectarnos es clave para proteger nuestra salud, la de nuestros seres queridos, y también para contribuir a salir de la situación social de emergencia sanitaria lo antes posible. A pesar de que, el vehículo es un espacio cerrado, y aunque el hecho de que lo usa solamente una persona o un grupo reducido minimiza el riesgo, es importante asegurarnos de que no lo contaminamos con elementos externos.
Es por eso que te traemos cuatro recomendaciones para que el carro esté listo para transitar cuando el mundo también lo esté.
1.Revisar los niveles
Antes de ponerse en marcha se deben comprobar los niveles del líquido refrigerante y del aceite del motor. “Tras encenderlo, se aconseja dejar el motor en marcha durante unos minutos antes de rodar. Así los líquidos circulan por todos los conductos y lubrican todas las piezas”, aconseja Josep Almasqué, responsable del Taller de coches de prensa de SEAT. Es importante observar que no hay manchas en el suelo, sobretodo debajo de la zona del motor.
2.Control de presión de los neumáticos
Con el paso de los días y al no rodar, la presión de los neumáticos disminuye. Esto ocurre debido al proceso de permeabilidad, por el que las ruedas van perdiendo un poco de aire cada día, un fenómeno que es más habitual en verano. Si el vehículo está parado y los neumáticos se vacían, el peso del coche podría dañar la llanta y deformar la rueda. “Lo indicado, si sabemos que el coche va a estar parado durante mucho tiempo, es llenar los neumáticos al máximo de la capacidad que recomienda el fabricante y revisar la presión periódicamente.
3.Doble check
Con el vehículo parado hay que hacer una ronda de comprobación de todos los elementos que se utilizan estando en circulación: luces, intermitentes, elevalunas, limpiaparabrisas y todos los dispositivos electrónicos.
Si algo no funciona correctamente, en la pantalla se encenderá una luz de aviso que indicará qué es lo que hay que revisar. Además, es importante repasar que todos los asistentes que utilizamos están conectados con los ajustes que hemos predeterminado.
También hay que verificar el estado de los frenos. Para ello, se recomienda pisar el pedal durante unos segundos y notar que mantiene su posición. Y, por último, constatar que no se escucha ningún ruido anómalo al arrancar.
4.Desinfección
Antes y después de ponerte al volante, abre puertas y deja que el interior del vehículo se ventile unos minutos, especialmente si compartimos el automóvil con otras personas. Luego, es importante limpiar el vehículo haciendo hincapié en las zonas de mayor contacto, tanto en el exterior como en el interior del coche: Los básicos. Los tiradores exteriores e interiores, volante, cambio de marchas, pantalla táctil, controles de indicadores y de posición de los asientos y elevalunas. Salpicadero. Es uno de los focos más importantes, ya que se suele toser o estornudar en su dirección. Alfombrillas. En ellas se acumula mucha suciedad que entra a través de los zapatos. Ventilación. Para garantizar la calidad del aire hay que evitar que las rejillas de ventilación se obstruyan.
Además de desinfectarlas se debe eliminar el polvo con un pincel o aspiradora. Exterior. Aunque no nos damos cuenta, manipulamos muchas zonas exteriores del coche, además de las manillas. Nos apoyamos en ventanas, abrimos sujetando el marco o cerramos empujando las puertas.
Es importante utilizar los productos adecuados: agua y jabón, productos específicos para el cuidado del coche y, en menor medida, líquidos que contengan un 70% de alcohol.
Con información de: altadensidad.com
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