Más de 300 ballenas entre ellos 200 ballenas embarazadas han sido sacrificadas en la última misión de caza de ballenas en el Océano Antártico – Japón.
Japón confirmó la matanza ya que sus barcos regresaron de su “expedición” “científica” en la región antártica el jueves.
Sus acciones acen caso omiso de las críticas internacionales y a pesar de una decisión legal que se dio en el año 2014 de parte de la ONU en contra de Japón, decisión legal que dictaminó que ese tipo de actividades que dizque son “expediciones científicas” no serían más que fachadas para realizar la macabra caza comercial de ballenas embarazadas..
Verdes senador Pedro whish-Wilson acusó al gobierno federal de dar la espalda a la actividad ilegal “repugnante” de Japón.
El informe del instituto confirmó el jueves 333 ballenas minke fueron capturadas.

Toru Hanai Reuters
El gobierno se ha negado repetidamente para confirmar si se llevó a cabo ninguna misión de vigilancia en el Océano Antártico este verano.
Cuatro barcos de investigación del Instituto de Investigación de Cetáceos de Japón estaban en la región antártica durante un período de 115 días desde el 1 de diciembre del año pasado.
Darren Kindleysides, director de la Sociedad de Conservación Marina de Australia, dijo que el verano 2014/15 fue la primera vez en 70 años que Japón había detenido su programa de caza de ballenas – pero esa actitud fue de corta duración, regresaron este 2016 con más crueldad.
El gobierno australiano en diciembre describió la decisión de Japón de reanudar la caza de ballenas durante el verano como “muy decepcionante” e insistió en que expresó su preocupación al más alto nivel del gobierno japonés.
Se había dicho que consideraría el envío de un patrullero de Aduanas para el Océano Antártico y explorar opciones para la acción legal pero el grupo ecologista Sea Shepherd dijo en febrero que la flota japonesa se había enfrentado a poco o ningún control durante el verano y Australia y Nueva Zelanda parecían dispuestos a enviar una nave para interceptarlos.
AAP
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