Tras casi dos meses después del primer caso confirmado de coronavirus en EE.UU., El gobierno norteamericano se prepara para una pandemia que podría durar hasta 18 meses.
Y esto no quiere decir que la administración Trump crea que la pandemia durará tanto tiempo, sino que los funcionarios deben asumir un plazo más largo para garantizar la preparación.
Por un lado, los hospitales ya han advertido de que se están acabando rápidamente los suministros, mientras que el brote en el país no da señales de desacelerarse: en solo 24 horas, los casos se dispararon en más del 40%.
Mientras, el gobierno anunció que ayudaría a compensar la posible escasez de suministros médicos y desplegaría dos naves hospitalarias para reforzar la capacidad médica.
Casi 9.000 estadounidenses han dado positivo por el virus. Al menos 149 han muerto.
Para frenar la propagación del virus, los gobernadores de todo el país entraron en acción esta semana, aplicando medidas drásticas como cerrar las escuelas, obligar a bares y restaurantes a ofrecer solamente comida para llevar y prohibir las reuniones masivas, lo conocido como “aislamiento social”.
Por su parte, líderes locales en California, incluido el alcalde de San Francisco, London Breed, quien fue el primero en aplicar estas medidas, han dado instrucciones a sus residentes de “refugiarse en su lugar” y no salir de casa más que para lo indispensable.
Cerca de 10 millones de residentes están bajo esa orden. El condado de Solano, el último en unirse a otros condados del Área de la Bahía en la aplicación de la orden, les dijo a sus residentes que se queden quietos hasta el 7 de abril.
Pero en muchas comunidades de EE.UU., esto resulta una gran carga y algunos hospitales dicen que solo les queda equipo para unos días.
Cosiendo mascarillas a mano
En el suroeste del estado de Georgia, a los hospitales les quedan máscaras solamente para tres días, dijo Scott Steiner, presidente de Phoebe Putney Health Systems.
“Nos hemos acabado los suministros de cinco meses, ahora seis meses, en menos de una semana”, declaró. “Se nos está haciendo difícil”.
Para que los suministros duren más, Steiner dijo que miembros de su personal están haciendo máscaras a mano, cosiéndolas.
Del resto del país llegan historias similares, sobre este tipo de suministros caseros.
“Nos quedó solo medio día en equipo de protección personal”, dijo el miércoles la Dra. Amy Compton-Phillips, directora clínica y vicepresidenta ejecutiva de Providence St. Joseph Health, una red de más de 50 hospitales.
En general, dice, esos hospitales juntos suelen utilizar 250.000 máscaras al año. En tres meses de este año, un solo hospital ha utilizado esa misma cantidad.
Medidas contra la escasez
En el condado de King, donde se registró uno de los primeros brotes en Estados Unidos, las autoridades dijeron el miércoles que instalaron un hospital temporal en un campo de fútbol.
El campo le daría al condado 200 camas médicas adicionales. Las autoridades de salud estiman que se necesitan unas 3.000 camas más en el condado.
En Maryland, las autoridades de salud redoblan esfuerzos para aumentar sus camas en al menos 6.000.
En Nueva York, el gobernador Andrew Cuomo dijo que el virus llegaría a su punto máximo en 45 días y pidió 110.000 camas adicionales.
El estado ya tiene 3.000 respiradores, pero Cuomo dice que no es suficiente.
Michael Dowling, presidente y director ejecutivo de Northwell Health, y elegido para liderar un equipo de emergencia para aumentar la capacidad hospitalaria en Nueva York. Dijo que quiere comprar hasta 500 respiradores artificiales, que pueden costar entre 20.000 y 40.000 dólares por máquina.
Sin embargo, ante la abrupta demanda, los fabricantes de respiradores dicen que es difícil satisfacer la demanda.
“Es más de lo que podemos fabricar actualmente”, dijo Kathrin Elsner, líder del equipo de Respiradores MarCom en Hamilton Medical Inc. Elsner comentó que la compañía ya ha recibido cientos de pedidos y solicitudes en las últimas semanas
Mientras tanto, los hospitales rurales más pequeños de Estados Unidos, que en muchos casos no tienen más de 25 camas y solo un respirador, podrían verse obligados a transferir pacientes a instalaciones más grandes si ven un aumento repentino en los casos.
Finalmente, en los últimos días, las autoridades han destacado el papel que pueden jugar los más jóvenes en cuánto y cuán rápido se propaga el virus, y han instado a los jóvenes a seguir las advertencias y tomarlas en serio.
Los estudios recientes y un brote en Massachusetts indican que los infectados asintomáticos son los que mas fácil pueden contribuir a propagar el virus, mucho más de lo que se pensaba.
Con información de: CNN