Escribe: Suriel Chacon
Con altas probabilidades, personalmente estoy casi seguro que será así; los jugadores de fútbol de Argentina, específicamente los que ocupan la defensa de la oncena albiceleste, procurarán fragmentar la infalibilidad y confianza de la delantera peruana: ¿cómo? Posiblemente vía un golpe certero le abran la ceja, alguna zona de la cabeza de las piezas claves de la delantera peruana, o, en su defecto: le partan la pierna a algún futbolista nacional, como ya lo hizo —en 1985— el homicida, Julián Camino, dizque jugador de fútbol de ese país, pero, en esencia, no era sino un malhechor del balompié gaucho, quien de manera asesina le partió —en el momento más crucial del encuentro— el peroné y la tibia al delantero, Franco Navarro Monteyro; en ese entonces, el rey de las chalacas en América Latina.
Este repudiable suceso acaeció el 30 de junio de 1985 (una semana después de que el seleccionado nacional le ganó por un tanto a cero a Argentina en Lima, con una especial marca de Reyna contra Maradona), en el estadio Antonio Vespucio Liberti, (también conocido como ‘el Monumental de Núñez’, en Buenos Aires – Argentina), a los tres minutos de haber iniciado el encuentro concluyente entre la albiceleste y la bicolor, por las clasificatorías para el Mundial de 1986, que se realizó en México. De esa manera fraudulenta y con la venia de Carlos Salvador Bilardo, DT de la selección Argentina, en ese entonces, y con la complicidad del otrora arbitro brasileño, Romualdo Arppi Filho, quien vio con claridad el delito penal contra Navarro, ese país pudo acceder a la referida Copa Mundial. Y, el Perú tuvo que jugar un partido-repechaje con Chile. A final, la blanquirroja no alcanzó un espacio en el mencionado evento.
Pero lo más increíble de esta historia es la actitud que adoptaron varios sectores de Argentina, catalogando a Julián Camino como un héroe nacional tras romperle la pierna a Navarro. Por su lado, Romualdo Arppi Filho, el históricamente cuestionado arbitro brasileño, vio el delito penal contra el delantero peruano, sin embargo, se hizo de la vista gorda y solo sacó tarjeta amarilla contra el homicida, permitiendo que el crimen y la impunidad venzan en el campo de juego. A Navarro le ha costado muchísimo (varios meses) recuperarse luego de ese traumático momento.
¿Cómo quedó ese partido entre Argentina versus Perú?
Argentina no pudo con Perú y quedaron empates (2 – 2)
LE ROMPIERON LA TIBIA Y PERONÉ A NAVARRO:
DATOS MUY IMPORTANTES:
Usted al leer estos datos se partirá de risa, porque luego de que Argentina haya llegado de manera corrupta, nauseabunda y con artimañas de antifútbol al mundial, logró coronarse como Campeón de la Copa Mundial FIFA de 1986. Jajaja. Adivine quién arbitró la final de México 86. Jajaja. Agárrese muy bien: nada más ni nada menos que el hijo de puta de Romualdo Arppi Filho. Lo siento, sé que su madrecita no tiene nada que ver en el accionar de este inescrupuloso sujeto, pero la impotencia -solo a veces- me gana. Asimismo, Ricardo Gareca fue quien de manera falaz metió un gol para lograr el empate, y, de esa manera, su selección pueda ir a México 86. Pero el karma es fabuloso, jajaja. Gareca no fue seleccionado para ese mundial por Bilardo.
Ahora, ya sabemos que Argentina nunca jugó bien al fútbol, como caballeros ni muchos menos, siempre les ha gustado ganar a como dé lugar, y todo indica que son unos compracopas profesionales.
¡Ah, por cierto! Luego se supo que el tal Camino recibió ordenes expresas de que le haga una marca personal a Navarro. Y, miren que marquita le hizo, ¿verdad? Luego de casi dos décadas el homicida Julián Camino procuró disculparse con Navarro, alegando que la cancha estaba mojada y que no piso fijamente, pues el pasto estaba húmedo. ¡Qué se vaya al carajo con su seuda disculpa, semejante criminal del fútbol!