Tras el reciente proceso de instalación el nuevo Congreso ya tiene una baja en una de las bancadas, se trata de la congresista Arlette Contreras que renunció a la bancada del Frente Amplio, partido por el que logró acceder a una curul en el Poder Legislativo en las últimas elecciones parlamentarias.
La legisladora remitió una carta al presidente del Congreso, Manuel Merino, solicitando la asignación de comisiones ordinarias, en la cual da cuenta de su renuncia a dicha bancada.
Contreras sostiene que luego de “ordenar mis ideas”, decidió separarse “para tener tranquilidad”.
“Cuenten conmigo respecto a puntos en lo que podamos coincidir y espero contar con ustedes en el desarrollo de mi agenda, algo que siempre he deseado de parte de ustedes, vuestro apoyo. Solo eso y nada más”, señala.
“Me paso a despedir deseándoles de corazón el mejor de los éxitos en vuestras carreras políticas, mis más sinceros abrazos, de esos fraternos que se dan con humanidad. Hasta otra oportunidad”, agregó.
Sin embargo, trascendió que la legisladora tuvo más de una “diferencia” con la agrupación cuando se comenzó a discutir la agenda política y propuestas para presidir los diferentes grupos de trabajo como la Comisión de la Mujer.
Asimismo, sostienen que Arlette Contreras no acató el reglamento interno de la bancada al querer contratar como asesores a personas que fueron funcionarios de excongresistas fujimoristas, como Alejandra Aramayo y María Melgarejo.
Por su parte, el vocero alterno del FA ratificó esta información y acotó que “ella consideró que esa prohibición es un atentado al derecho al trabajo y la Constitución; esa ha sido la diferencia fundamental”.
Finalmente, se presume también de que podría adherirse al Partido Morado.