Un equipo de investigadores ha identificado un anticuerpo monoclonal humano que impide que el virus SARS-CoV-2 infecte células cultivadas. El hallazgo, cuyos los resultados fueron publicados en la revista Nature, supone un importante punto de partida para el desarrollo de un tratamiento contra la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
Es importante destacar que, esta investigación está basada en el trabajo anterior que la comunidad científica desarrolló sobre los anticuerpos dirigidos contra el virus SARS-CoV que surgió en 2002, tal y como lo explicó uno de los jefes del reciente estudio, Berend-Jan Bosch, investigador de la Universidad de Utrecht.
“Al usar esta colección de anticuerpos contra el SARS-CoV –explica el propio Bosch–, identificamos un anticuerpo que también neutraliza la infección del SARS-CoV-2 en las células cultivadas”.
Los investigadores sostienen que “tal anticuerpo neutralizante tiene el potencial de alterar el curso de la infección en el huésped infectado, apoyar la eliminación del virus o proteger a un individuo no infectado que está expuesto al virus”, detalla Bosch.
En el resumen de la publicación del estudio, sus autores subrayan que este proyecto “puede ser potencial para la prevención y el tratamiento del covid-19”
Un anticuerpo “totamente humano”
Frank Grosveld, otro de los co-autores del estudio, explicó que “el anticuerpo identificado en este trabajo es completamente humano, lo que permite un avance más rápido en el desarrollo de la investigación y reduce el potencial de efectos secundarios relacionados con el sistema inmune”.

Y es que, por lo general, los anticuerpos terapéuticos convencionales se desarrollan primero en otras especies y luego se someten a un tratamiento adicional para adaptarlos a su uso en humanos, que sería innecesario en este caso, suponiendo un significativo ahorro de costes y una ventajosa reducción en los plazos de desarrollo del proyecto.
“Este descubrimiento proporciona una base sólida para una investigación adicional orientada a caracterizar este anticuerpo y comenzar su desarrollo como un posible tratamiento del covid-19”, remarcó Grosveld.
No obstante, tal como admitió Jingsong Wang, el director ejecutivo de Harbour Biomed –una de las compañías involucradas en la investigación– “se necesita mucho más trabajo para evaluar si este anticuerpo puede proteger o reducir la gravedad de la enfermedad en humanos”. En cualquier caso, se muestra optimista:
“Creemos que nuestra tecnología puede contribuir a abordar esta necesidad urgente de salud pública y estamos buscando otras vías de investigación”.
Esta investigación, cuenta, además de los investigadores de la Universidad de Utrecht y de la empresa biofarmacéutica Harbour BioMed, a los científicos del Centro Médico de la Universidad Erasmus, con sede en Rotterdam (Países Bajos).
Con información de: Revista Científica Nature
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